En tiempo de Pascua, alegría de compartir: Ricardo Vaz

Esta Semana Santa hemos estado, junto con nuestros hermanos claretianos y varios jóvenes de diferentes lugares del sur de España, en Valencia del Ventoso (Badajoz). ¿Para qué? Sencillamente, para compartir los días centrales de nuestra fe en un lugar y con unas personas concretas. Ha sido un tiempo de GRACIA en el que hemos palpado el paso del Señor por nuestras vidas. Una experiencia que ha tenido lugar desde dos perspectivas diferentes pero totalmente complementarias: la pascua misionera y la pascua contemplativa. Dejemos que sean algunos de los participantes los que nos abran su corazón para asomarnos a lo que ha pasado por ahí estos días.

PASCUA MISIONERA

Los sevillanos estamos muy orgullosos, entre otras cosas, de nuestra Semana Santa, y a algunos, a mí personalmente, nos encanta ver procesiones. Por eso cuando me preguntan por qué me fui a un pueblo de Extremadura en estas fechas, no soy capaz de responder. “Las cosas del Señor”-respondo- “que, sin explicarte cómo, ni porqué, te monta en un autobús un Sábado de Pasión solo para que te des cuenta de que sus planes, aunque extraños, son siempre los mejores.

¡Qué muestras tan grandes de amor hemos conocido! Las de un pueblo volcado sobre unos extranjeros, las de unos niños que se despiden llorando, las de personas mayores que cuidan de sus seres queridos incluso aunque estos no puedan hablarles, la muestra de un Dios en una cruz.

Hemos convivido con ellos, y juntos hemos vivido la Semana Santa más bonita de mi vida, completamente entregados en las celebraciones, con los jóvenes dando lo mejor de ellos en cada juego y cada oración.

Llegue vacío, me vuelvo lleno. Lleno de comida, lleno de experiencias, lleno de momentos, pero sobre todo lleno de nombres. Pepi, Hugo, Ana, Ángel, Valle, Isidro, Conchi, Marcos, Carmen, Falco, África, Rafael, y tantos otros que me guardo en el corazón.  Todos estos nombres los resumo en uno sólo, Jesucristo, porque como Él, todas estas personas dan su vida por ti.

Hemos comprendido el significado de estas fiestas y sobre todo de la Resurrección del Señor, donde quizás ninguno de nosotros lo esperaba. Nos han enseñado a amar personas que jamás pensamos que supieron amar tanto.

Cuando me pregunten dónde estuve, diré: “A Valencia, la de verdad, la del Ventoso”.

Cuando me pregunten adónde fui, diré: “A la Pascua Misionera, a vivir, a morir y a resucitar.”WhatsApp Image 2018-04-08 at 20.53.21

Ricardo Vaz