La primera encíclica del Papa Francisco ya está en nuestras manos: Lumen Fidei.
Tiene algo de abrazo entre el Sabio y el Pastor y muchísimo de Luz para comprender de un modo nuevo que el Dios de la vida sostiene nuestros pasos y que esa certeza es suficiente para llenar de gozo y de sentido nuestros días en la tierra.
Obviamente estas líneas no pretenden ser un comentario (ya circulan por la red muchísimos y buenos) ni siquiera una presentación. Sencillamente quieren ser un eco y una llamada a la acción de gracias porque el Señor está siempre pendiente de su Pueblo dándole a su tiempo el alimento que necesita para fortalecer y alentar su fidelidad. Y queremos hacerlo haciendo nuestra la plegaria a María que cierra la Encíclica invitándonos mutuamente a suplicar, con las mismas palabras, la LUZ de la Fe.