¡Todos, todos, todos!
Un marcado carácter universal tuvieron las intervenciones del Papa Francisco en la JMJ de Lisboa. Casi un millón de jóvenes reunidos en la Colina do Encontro corearon al unísono junto al Papa ese ‘todos, todos, todos’ que ha quedado marcado y sellado como uno de los mensajes principales con los que Francisco llegó al encuentro de los peregrinos.