Muy queridas hermanas en el Corazón de María:
La fiesta de San Antonio María Claret es tiempo de gracia para “volver los ojos del corazón”,
una vez más, sobre su insigne figura con el deseo y la súplica de reavivar nuestra entrega al
Señor, agradeciendo el don de vocación recibido. Además, esta fiesta nos trae de nuevo a la
memoria los importantes acontecimientos que hemos vivido con especial intensidad como
“Pueblo de Dios” y como “Familia Claretiana” durante el pasado mes de agosto.