Muy queridas hermanas:
Con motivo de la festividad del Inmaculado Corazón de María me dirijo a vosotras con el ánimo de compartir y profundizar en la dimensión mariana de nuestro don carismático, y para ello quiero empezar con la “confesión de fe en María” que hace Mons. Pedro Casaldáliga, cmf , y que hago mía:
“… Realmente he contado mucho con la Virgen en mi vida… He rezado mucho a la Virgen. He meditado
bastante en Ella. La he sentido muy presente. La amo. Confío en Ella. Creo en María, Pobre de Yahvé, Inmaculada llena de Gracia, siempre Virgen, Madre del Hijo de Dios, Jesucristo, maternalmente
asociada a la Vida y a la Muerte de su Hijo y singularmente glorificada en su Asunción, figura y madre de la Iglesia…